Fireside Chat with…Maria Alegre

Co-fundadora y Socia, Flori Ventures

36 años. De Barcelona. 13 años en San Francisco. Acaba de cumplir el sueño de cualquier emprendedor: vender su empresa por 250 millones de dólares. María nos cuenta sus inicios en la Bay Area, cómo ser mujer ha impactado en su trabajo y como el hecho de vivir en Silicon Valley hace que viva permanentemente inspirada.

Decidiste venir en el 2008 a San Francisco y aquí sigues trece años después. ¿Qué te trajo a la Bay Area?

Cuando estudiaba en ESADE tuve la oportunidad de irme de intercambio a la Universidad de Michigan. Escogí esa universidad porque quería aprender de las grandes empresas americanas: Coca-Cola, McDonalds… Allí me apunté a una clase de enterpreneurship, una palabra que no había escuchado hasta la fecha. Yo venía de España donde me habían enseñado que debía trabajar varios años, aprender de la experiencia de otros y que, solamente entonces, estaría preparada para montar mi propia empresa. En cambio, en esa clase el mensaje fue completamente disruptivo: “the moment is now”.

Te descubrió lo que era Silicon Valley…

Coincidí con tres informáticos y nos presentamos a un concurso cuyos finalistas iban a Silicon Valley. Acabaron yendo dos de mis compañeros, pero poco a poco fui descubriendo el mundo de las start-ups, Stanford… volví a Barcelona y lo cierto es que por aquel entonces no tenía muy claro por donde enfocar mi futuro profesional. Le fui dando vueltas y un día me compré un billete de ida y vuelta para pasar dos meses en San Francisco y descubrir, por fin, qué era Silicon Valley.

¿Cuál fue tu punto de partida?

Llegué a San Francisco y me hospedé en un youth hostel. De ahí alguien me explicó qué era craigslist, me compré una bici y me mudé a una habitación compartida. Ya en Michigan, me había aficionado a escuchar el podcast Enterpreneurial Thought Leaders, de Stanford, que entrevistaba a grandes voces del mundo emprendedor como Mark Zuckerberg o Reid Hoffman… tenía lugar en una clase abierta los miércoles a la que decidí asistir. Busqué eventos, me empapé de libros, llamé a todas las puertas que pude… y poco a poco, fui entendiendo en qué consistía todo aquello.

Y viste claro que éste era el sitio…

Sí, vi claro que tenía que mudarme. Al principio estuve trabajando a distancia con una empresa de Barcelona y, finalmente, entré en Tapulous, mi primera experiencia real en una start-up americana. Fue un año y medio muy intenso en el que aprendí muchísimo. Entonces nos compró Disney y, junto a mi compañero Sean Fannan, montamos Chartboost.

Empresa que acabas de vender por 250 millones de dólares ¡enhorabuena! ¿Consideras que el hecho de estar en San Francisco te puso las cosas mas fáciles para empezar tu propia start-up?

Fácil no ha sido. Lo que sí es cierto es que aquí vivo permanentemente inspirada. Vives rodeada de gente que hace cosas increíbles. Todo lo que hago yo me parece pequeño porque mi entorno es gente de mi edad que tienen grandes sueños y que los consiguen, lo que hace que veas que las posibilidades de que se cumplan los tuyos son reales. Diría que el estar en San Francisco no me lo ha puesto fácil, pero sí que ha hecho que vea el camino.

Es el entorno que te impulsa a hacerlo…

Sí, aunque también considero que no es el único lugar del mundo en el que pasa. Al final es buscar una comunidad de gente que le guste hacer lo que te gusta hacer a ti, que en mi caso es hacer crecer a escala una empresa de tecnología.

En Chartboost fuiste CEO durante 10 años. ¿Cómo ha sido tu experiencia como mujer, en un puesto ejecutivo y en un entorno principalmente masculino?

Creo que hasta que no estuve embarazada no fui consciente de que ser mujer sí suponía algo; simplemente pensaba que era difícil para todos. Pero desde el momento en el que estuve visiblemente embarazada noté que algo había cambiado. Empecé a ver cosas sutiles que demostraban que mi entorno de trabajo me veía de salida: muchas decisiones (de contratación, de inversión…) que se querían retrasar a mi vuelta de la baja de maternidad. El mundo, además, se empeñaba en enviarme el mensaje de que, una vez naciese mi hijo, mis prioridades iban a cambiar, lo que me creó muchísima inseguridad en aquel momento. En mi caso, no fue así. Con la maternidad, mis prioridades no han cambiado si no que se han expandido, y lo que hago a nivel laboral me sigue importando infinitamente. También me he encontrado con situaciones incómodas y micro agresiones que hacen que sea un tema dolorosamente presente.

Siendo ahora consciente de ello, ¿qué consejo le darías a una mujer que se encontrara en esta situación?

En primer lugar, no hay que minimizarlo. Hay que ser consciente de que existe, ponerle nombre e identificarlo. Y luego, le recomendaría que se rodee de mujeres, comparta experiencias y procure controlar como cada situación puede afectarle.

Queda mucho por hacer…

El mundo tiene que ponerle solución. En mi caso, hice poco con Chartboost y ahora que soy más consciente, en Flori he impulsado un equipo mucho mas diverso, con cinco mujeres en el equipo ejecutivo.

¡Así se empiezan los cambios! Hablando de Flori, cuéntanos un poco sobre tu nuevo proyecto.

Flori es un fondo de inversión en la plataforma Celo, un sistema financiero que ofrece una propuesta alternativa para dar solución a muchos problemas actuales que tiene hoy el dinero.

Por ejemplo…

Problemas como que es poco inclusivo, poco internacional, puede estar centralizado por gobiernos que en muchas partes del mundo son corruptos… En el mundo existe mucha gente que vive sujeta a inflación y con unas barreras que hacen difícil, por ejemplo, recibir dinero de fuera, ahorrar en una moneda internacional que sea estable, acceder a productos de crédito y ahorro de un mercado global…

¿Cuál es tu role en este sistema?

Invertimos en negocios que utilizan Celo para impulsar y acelerar sus empresas. Con mi experiencia como emprendedora en tecnología, colaboro para que saquen adelante sus negocios, puedan levantar dinero y los acompañamos en todas las etapas de crecimiento de una start-up. En mi caso, el fondo es el medio para el fin: no es que haya querido ser inversora, sino que es la forma que tengo de impulsar la plataforma. De este modo, formo parte de un equipo de mucha gente en el mundo que comparte la misión de crear este sistema financiero alternativo en el que creo apasionadamente.

Acabo no sin antes preguntarte, ¿volverás a España?

(Ríe) Realmente hay cosas que solamente se encuentran en España, como es en nuestro caso la familia… pero de momento estamos centrados en el presente.