Fireside Chat with…Mariola Villanueva

Production Manager and Product Development at Frēda Salvador.

39 años. De Valencia. Estudió moda en Barcelona y actualmente se dedica a desarrollo de producto y producción en Frēda Salvador, una firma de calzado basada en Sausalito que ha cautivado a celebrities como las hermanas Hadid o Kaia Gerber. Su vocación profesional por el mundo de la moda le viene de familia: “era fácil ver en casa de mi abuela costureras cosiendo para su tienda”. Mariola nos cuenta su experiencia profesional en el mundo de la moda, su inmersión en el mundo startup y como la vida le ha llevado a trabajar con Elda desde la Bay Area.

Te encuentras en la meca de la tecnología trabajando en algo completamente diferente: moda. ¿Qué te llevó a dedicarte a este mundo?

Lo he tenido siempre claro. Es algo que he vivido desde niña en mi familia. Mi abuela era diseñadora y tenía una tienda en Valencia en la que confeccionaban trajes para señoras, y mi abuelo tenía un almacén de tejidos. Era fácil ver en su casa costureras cosiendo. Así que en mi caso fue un camino natural enfocar mi carrera profesional hacia este mundo. No lo dudé y al acabar el colegio me mudé a Barcelona para estudiar diseño de moda.

Pero no te quedaste en la ciudad condal…

No. Volví a Valencia y empecé a trabajar en Marie Claire, donde ayudaba con el diseño de ropa interior, loungewear, baño… estuve allí casi cuatro años.

Y entonces decidiste emprender.

Monté con una amiga una franquicia de bolsos francesa. Era una marca muy conocida en París y vimos una buena oportunidad de mercado en Valencia. Abrimos nuestra primera franquicia con la idea de abrir otras dos en un futuro. Pero surgió la oportunidad de ir junto con mi marido a Estados Unidos. En un principio intenté gestionar la tienda a distancia, pero lo cierto es que fue complicado, así que opté por cerrar.

Y te mudaste San Francisco.

Sí. Al llegar cree una marca de ropa de bebé, coincidiendo con la llegada de mi primer hijo. Una patronista de Valencia me hacia los patrones y el escalado de tallas y la producción se hacia en Oakland. La primera producción la hice completamente a ciegas, pero las siguientes ya se hicieron en función de los pedidos de las tiendas, que iban aumentando. Poco a poco fue creciendo y acabé vendiendo en toda la Costa Oeste.

Un día me llamó una amiga y me comentó que en su empresa necesitaban una persona que ayudara al desarrollo de producto. Pese a que mi marca estaba funcionando bien, vi que era una buena oportunidad y así fue como entré en Cuyana.

¿Y fue tu primera inmersión en el mundo startup de San Francisco?

Sí. Cuando entré éramos tan sólo 10 empleados. Y efectivamente todo era muy startup, creando procesos a medida que íbamos avanzando… incluso las oficinas estaban en la misma tienda. Fue un choque a lo que yo estaba acostumbrada. En Valencia había trabajado en una empresa tradicional, donde incluir un cambio en la producción era prácticamente imposible. En Cuyana todo iba rápido y el producto cambiaba y se iba moldeando a medida que avanzaba el negocio. Fue una experiencia buenísima y la disfruté un montón. Trabajé con proveedores europeos, con Italia, Portugal…

Y ahora has vuelto a una empresa pequeña, Frēda Salvador, y con conexión a España.

No sólo con conexión a España, si no que la fábrica se encuentra en Elda, ¡a hora y media de Valencia!

Increíble…

Sí. Pero no podía ser de otra manera. Frēda Salvador tiene un producto high end: utilizamos las mejores pieles y producimos en el mejor lugar. En España existe excelencia tanto en la producción como en los materiales para el calzado. Elche, Elda, Alicante… en toda esa zona se produce el calzado para las mejores marcas del mundo.

Además, tú lo debes ver de primerísima mano.

Exacto. En Frēda me encargo del desarrollo de producto, desde que se diseña la idea de colección hasta que la fábrica me envía los primeros prototipos para fitting. Además, me encargo de la segunda parte de la producción, tanto de la parte de wholesale como de D2C.

Así que zapato español en San Francisco.

Y diseñado en Sausalito. Nuestras pieles son tanto de España como de Italia, y toda la producción la hacemos en Elda. Tenemos una buenísima relación con la fábrica, que la llevan dos hermanos. Son ya parte de la marca y están muy involucrados en todo. Han visto crecer Frēda Salvador desde sus inicios y la relación que tienen con las fundadoras es muy personal. La verdad es que da gusto trabajar con personas que fabrican con tanto cariño; es muy bonito verlo.

Trabajando tanto con España, te tengo que hacer la pregunta del millón, ¿piensas volver?

No sé cuando, pero infinitas veces sí. Volveremos a Valencia.